Estuve tantos días llorando en las lágrimas de mi memoria, y es así como me surgen tantas dudas, tantos pensamientos, empezando por entender que las lágrimas no son solo agua que sale de nuestros ojos, cada lágrima esta cargada de una emoción distinta, ya sea de alegría o de tristeza, pero tiene un valor que no es absurdo, es algo que nos permite expresar nuestro interior a veces más profundo; pero qué pasa cuando esa lágrima esta seca, cuando ya no puede caer, y se vuelve en una lágrima absolutamente silenciosa que se radica en los más profundo de la memoria y no quiere disolverse en la nada, cuando está presente sin que nadie se de cuenta de que quiere salir y gritarle al mundo su existencia. Las lágrimas que guardamos en la memoria, muchas veces la escondemos ahí para que nuestro dolor sea solo de nosotros, para que sea tan propio y asi nadie nos pueda debilitar más que nosotros mismos, pero hay que entender que el dolor no es bueno vivirlo solo, porque es un trago amargo, es una piedra en el camino, es una herida que se agranda y no sana si se queda permanente ahí. Sentir dolor no es cosa de niños o grandes, o de ser débiles o fuertes, son cosas que nos hacen crecer, el dolor nos enseña y nos fortalece, sin darnos cuenta nos prepara a futuro, pero para que esto suceda los dolores hay que sacarlos afuera, hay que dejarlos aflorar para sanar, no podemos ser tan egoístas y pretender que somos perfectos y podemos solucionar todo solos, a veces es bueno asumir que necesitamos ayuda, que necesitamos a esos amigos que aparentemente están y si no es verdaderamente así cuando comenzamos a ver que persona es real y quien no, empezamos a confiar nuevamente, tenemos que atrevernos a enfrentarnos a nosotros mismos, a dejar que nuestra memoria se libere de una vez y exprese lo que guarda sin temor, para empezar a respirar de nuevo. Lentamente nos vamos quedando solos si nos encerramos en dolores y en rencores que aunque a otros les parezca absurdos para nosotros no lo es, y a veces para que esto no suceda sería bueno que los humanos entendiéramos de una vez que los problemas de una persona por absurdo que nos parezca si para ellos son graves hay que apoyarlos sin juzgarlos tantos, sin decirle que es algo insignificante, puesto que el simple hecho que para ellos sea difícil, que sea un problema, ya lo hace algo relevante. Al mirar en menos el problema de una persona va causando lentamente que cada uno se vaya sintiendo solo en los momentos menos precisos, justamente en los momentos en que la memoria nos traiciona y nos encierra en el dolor, en los malos recuerdos, en los miedos, en los que va transformando que lentamente el corazón se transforme de piedra y no lo dejan sentir, lo vuelven insensible para el resto, pero por dentro se cae a pedazos. Cuan aterrador suena esto, un corazón de piedra por la soledad, pero es cierto así sucede, y lamentablemente en la sociedad que vivimos se da mucho más que antes, tal vez porque olvidamos que tenemos más que ciencias, más que rutinas, olvidamos que hay aire puro que respirar, que hay muchas cosas porque vivir, que hay que ser felices por sobre todas las cosas, que hay mucho por que luchar, mucho que mejorar, aún queda tanto por hacer, que tenemos personas hermosas que nos rodean simplemente hay que dar la oportunidad de empezar de nuevo, de atreverse a confiar y a dejarse ver, que las personas que nos quieren tienen derecho por último de tratar de estar, no podemos seguir negándoles la oportunidad de ayudarnos, simplemente por temor, por inseguridades. No es bueno y no lo será ver las cosas en plena tormenta y en soledad, porque siempre nos hará ver las cosas de un color más negro de lo normal, más malo de lo que realmente es, tal vez si aprendiéramos a ser mas sinceros con nosotros y el resto, podríamos entender que la vida si puede ser un arcoiris de muchos colores. Esta vez es necesario aceptar que somos demasiado humanos y que merecemos sentir y expresar lo que sentimos sin temor, sin necesidad de llenarnos de rencores, es mejor perdonar, aceptar, crecer y vivir la vida sin quejarse tanto, simplemente aceptarla tal y como viene, con lo bueno y con lo malo. No hay que reprimir las lágrimas si realmente el corazón duele, hay que sacar todo afuera para poder recomenzar.- Muchas veces no vamos a saber lo que queremos, si necesitamos o buscamos la soledad, muchas veces sentiremos que no pertenecemos a tal lugar o a tal grupo, pero es bueno darse oportunidades para conocer y después decidir.- Hoy simplemente sé que enfrento un nuevo amanecer, no sé si con otra visión o no, pero habiendo tantas cosas aún, busco escribir para poder expresar lo que a veces en m cabeza se va redactando sin darme cuenta.
El agua hay que dejarla correr.-