Comienzo nuevamente a sentir el silencio recorriendo mi cuerpo, atormentado mis memorias, arraigándose en los recuerdos, matando las expresiones, enmudeciendo a las palabras… siento como comienza a llover nuevamente, como el viento golpéa nuevamente las hojas y las bota, como el olor de la tierra húmeda llega hasta mí y me hace sentír el escalofrío otoñal, como la nostalgia nuevamente se instala en el presente que observa el pasado y se inquieta frente al futuro. No es miedo lo que siento, no es rencor lo que quiero, no es venganza lo que deseo, la verdad es que no sé como describir lo que sucede, solo sé que esta vez me siento más sola que nunca incluso teniendo tanto porque estar acompañada, y no es que no este agradecida ni feliz con quienes me acompañan sino que a ellos no les puedo dar la cruz de lo que siento, de lo que pienso. Esta soledad no me gusta, pero tampoco me asusta, será que ¿me acostumbré a ella desde antes?, no lo sé, las palabras están ahogadas en una especie de dolor sin sentido, y es que tu cada vez que apareces reabres el pasado dejándolo sin sentido, dejándolo en medio de una batalla sin rumbo, sin triunfadores ni perdedores, si pudiera describirte definitivamente has sido lo peor de lo mejor y tal vez eso mismo es lo que me impide dejarte partir, pero necesito hacerlo necesito que te vayas y no vuelvas, déjame soltar esta vez tu mano, te puedo jurar que he aprendido mi lección, que he crecido y soy capaz se seguir sola, pero vete de una vez o quedate para continuar, pero no te necesito a medias, no te necesito para juzgar, necesito tranquilidad para ganar mi propia batalla, de yo y mis temores, de yo y mis heridas y necesito ganarlas pero tu lo impides, apareces después de tanto luego te vas y vuelves cuando menos lo espero… Es tan extraño todo porque te entiendo pero no debo hacerlo, debo pensar en mí, estaba tan bien hasta que decidiste volver y ahora no quiero caer otra vez, no quiero perder todo lo que he ganado, y sé que depende de mí, pero entiendeme el cansancio me impide cargar con esto otra vez, tengo otra vida por la que seguir, por la que ser feliz y no quiero perder mis logros… No sé que es lo que pasa no entiendo mi felicidad loca, ni mi tristeza repentina, no entiendo lo que siento, porque no sé si es tristeza si es rabia, si es alegría, no sé lo que el corazón grita a los cuatro vientos, pareciera que hasta el silencio lo intenta enmudecer, por qué será que esta vez ni yo misma lo puedo escuchar, si se supone que soy la primera que debiera hacerlo, porqué no puedo dejar de pensar primero en el resto que en mí… no estoy cayendo pero tampoco estoy avanzando, solo hay confusión, aunque que confío plenamente que el viento soplará a favor haciendo que salga el sol con claridad y más fuerza esta vez, por ahora me conformo con lo que tengo, agradecida de quienes estan llegando a mi vida, soy una convencida que las personas llegan en el momento preciso para compartir contigo una nueva experencia, aprendizaje, para ser tu compañía no tan solo en las tormentas sino también en los días de calor, en los días en que el otoño no es tan triste ni tan frío.-