Sunday, August 23, 2009


Nuevamente sentada observando la quietud del mar, quietud que calma la tempestad que hay por dentro, tempestad que yo misma he causado y que no quiere cesar, tempestad que me asusta, que me enferma, que me agota, que me duele.
Si el mar pudiese expresar todo lo que en silencio le cuento, si pudiese hacer que el viento sople a mi favor, si tan solo pudiese ser ese abrazo fuerte y cálido que un corazón herido necesita...
Siento como las olas caen golpeando la arena con la misma intensidad que el viento bota las hojas en un día otoñal. Escucho el vaivén de las olas y quisiera que mis recuerdos se fueran con éstas, que se esfumarán en la brisa, que se los llevará la corriente a las profundidades para nunca más volver; siento la humedad en mi rostro, el sonido del mar y el viento que convergen en una melodía que mi corazón escucha para calmarse.
Quisiera que si el mar puede hacer que el viento sople a mi favor, se llevará todos los temores de hoy, todo el dolor, todo a lo que no quiero seguir atada para que solo así trajiera cosas nuevas.
Sentada aqui veo el tiempo pasar como si nada y sigo sintiendome igual, vacía, sin nada que motive, sin nada por lo que ahora luchar verdaderamente, porque incluso lo que se puede amar ha pasado a ser algo sin sentido por ahora, y a pesar de sentir vacío dentro, no siento caer esta vez, siento que solo estoy con los pies demasiado en la tierra, porque no creo ni el cielo, ni el principe azul que rescata a la princesa.
Muchas veces me he preguntado cual es la profundidad de este mar que parece ser tan grande, me pregunto cúal es el límite de lo que pueda soportar... Camino ya por inercia, mis pies recorren lentamente la arena, porque hoy ya es una ruta conocida, que al volver a recorrerla dejá más y más pensamientos al aire, ideas sin resolver; veo como la gente camina a mi alrededor tal vez con más problemas que yo, tal vez no... y me pregunto inevitablemente porqué hay personas que nos marcan para siempre, porque no es tan fácil si es que ya no queda nada,dejarlos partir... ¿ Y es que cuanto pesa un adiós?, tal vez demasiado, tal vez decir adiós es lo que me asusta, porque quizas lo que me ata es lo que me da fuerzas, tal vez lo que me detiene es lo que me alimenta.. no lo sé... ¿Por qué no se puede correr y huir hacia una libertad de todo por un momento?, simplemente porque uno debe escapar de sí mismo, sino enfrentar, dar la lucha y confiar siempre que la tempestad cesará cuando menos lo esperemos.
Veo como los niños juegan inocentemente en la arena, que daría por volver a esa época, si nos ponemos a pensar, cuando uno es niño a pesar de que los problemas existen igual uno no es participe cien por ciento de ellos, por lo tanto vivimos igual en un mundo en que existen la mayoría de sus veces solo sonrisas, juegos, y cuando hay lagrimas no son necesariamente por dolor, cuando somos niños existe inocencia, que daría por vivir la vida con esa inocencia que ahora casi no está, con esa mirada dulce y tranquila; pero que va la vida es un proceso, tal como uno nace, crece y muere, es decir, realmente no hay luz sin oscuridad, porque tal como me enseño un viejo amigo " para ser feliz debes haber sufrido y aprendido del dolor, no quedarte estancada en él sino luchar por avanzar hacia el futuro, pero mirando hacia el pasado para no olvidar lo que ya pasaste,aunque debes valorar cada día tu presente que algo nuevo te dejará..."
Veo sus castillos de arena y me recuerda cuan frágiles somos los seres humanos, cuantas inseguridades sentimos ante la incertidumbre, la misma con la que ellos juegan evitando que el mar derrumbe sus fortalezas, quizás eso es lo que falta, debo derrumbar las fortalezas que he creado en mi interior, porque solo así puedo volver a empezar, porque polvo somos, en él nos convertiremos y de él renacemos.-

1 comment:

Anonymous said...

Hoy desperte sintiendome tremendamente sola.. no por falta de amigos, se que tengo muchos, siento el cariño de muchisimos... se que hay personas que me quieren a su manera, de manera inentendible, de manera comun.. pero por más que haya gente que te rodee, siempre llega el punto en que te sientes sola, en que sientes que naciste en el lugar equivocado, un momento en el que solo te repites simplemente : no entiendo a la gente.

Ese sentimiento hoy lo tenía anclado en mi.. y como fue avanzando el dia me fui dando cuenta de que tal vez, no fui la unica que se equivoco de planeta.. jajaja xd naahh amiga, si cuando te leo o hablamos me doy cuenta de porque somos amigas =) siempre un pensar, una emoción un sentimiento en común.

Te adoro! lo sabes cierto? Solo el tiempo nos hará entender porque las cosas son como son..